Os invitamos al recogimiento de una butaca de terciopelo en un salón con vistas a una calle de paisaje otoñal. Mientras el café cobra cuerpo, la música surge del silencio. Las notas se suceden en el espacio y las gotas de la lluvia recorren el cristal acompasando su ritmo con el sonido. Hoy inauguramos la sección Clásicos de cámara: ¿Cuáles son vuestras obras camerísticas preferidas y por qué? ¿Qué formaciones especializadas en la interpretación de la música de cámara nos recomiendas? Allegro moderato de la Sonata para arpeggione y piano, D. 821 de Franz Schubert en la interpretación histórica del violonchelista Mstislav Rostropovich y el compositor Benjamin Britten al piano. Pieza para clarinete, viola y piano, Op. 83, núm. 3, de Max Bruch. Jugamos a las versiones comparadas con el lied Lachen und weinen, D. 777, de Schubert en las voces de la mezzosoprano Christa Ludwig y el barítono Dietrich Fischer-Dieskau. Esto me suena muchísimo: Danza húngara núm. 5, de Johannes Brahms. Perfiles: escuchamos al contratenor Bejun Mehta interpretando el aria “Sento la giogia” de la ópera de Haendel basada en Amadís de Gaula.