Índices de Referencia

Cuando el banco nos concede un préstamo a largo plazo (como por ejemplo un préstamo hipotecario) es habitual que se pacte la aplicación de un tipo de interés variable. El cálculo de este tipo de interés resulta de la suma de dos elementos: un interés fijo o diferencial, y un índice de referencia que va cambiando a lo largo del tiempo. Este índice sirve para adaptar el tipo de interés del contrato a las condiciones del mercado y la evolución del precio del dinero a lo largo de la vida del préstamo. El Euribor es, sin duda, el índice de referencia más conocido. En todo caso, deberá ser calculado con objetividad y conforme a un procedimiento objetivo. Es importante fijarse en el índice sustitutivo: el que se aplicaría en caso de que el índice de referencia inicial desapareciese porque, en ocasiones, el contrato puede fijar un tipo de interés fijo muy alto.