La sala se instala en el Palacio de Valdeparaíso, sede de las oficinas centrales del certamen almagreño que se desarrolla hasta el 29 de julio. Nuestro anfitrión es Ignacio García, que recoge el testigo de Natalia Menéndez tras ocho ediciones al frente de este festival, “una reserva natural de nuestro patrimonio del siglo de Oro”, en palabras de García. Recorremos algunos enclaves de esta localidad con profesionales de las artes escénicas: el autor Borja Ortíz de Gondra, responsable de la versión de El burlador de Sevilla, nos lleva hasta una fachada muy cerca de la encrucijada entre la calle Bernardas y la plaza de Santo Domingo, y nos deleitamos en el claustro del Museo Nacional del Teatro con el novelista y dramaturgo Fernando J. López, con su versión libre de las novelas de María de Zayas en Desengaños amorosos. Las actrices Mamen Camacho (El burlador de Sevilla) y Manuela Velasco (El banquete), con producciones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, nos llevan hasta el Patio de Fúcares y la Antigua Universidad Renacentista de Almagro, mientras que con Pepe Viyuela, que establece un nexo entre este festival y el de Mérida (Filoctetes), nos acercamos hasta un cortijo donde reside estos días junto con sus compañeros de El burlador de Sevilla. Paloma Zuriaga se encarga de reunir a habitantes del pueblo muy relacionados con la cultura, la gastronomía y la artesanía: Teresa González, directora de la Biblioteca Municipal y al frente del Club de Lectura; José Antonio Barrajón Gascón, “El Marqués”, propietario de uno de los restaurantes más jóvenes de la Plaza Mayor; y Luz Palacio, que regenta una tienda-taller, Luz Arte-Sana, además de ser miembro del Ateneo de Almagro. Prado Campos, colaboradora en Dramedias, de Radio 3, elabora un mural con recuerdos y vivencias presentes, como los de la periodista Rosana Torres y varios almagreños, y Nico García, responsable de comunicación y desarrollo del festival, cierra esta edición especial de La sala en el corazón más teatral de La Mancha.
