Antonio del Real es un hombre viajado, un hombre de cine, con amigos estadounidenses como la familia Peck y a preguntas de Manolo habla de su paso por Nueva York, no en discotecas como Studio 54, sino en otros ambientes como hoteles de lujo, espectáculos en los que conseguir una entrada era difícil y en concreto de Woody Allen, primero en su faceta de música, pues le llegó a ver, gracias a Chencho Arias, tocando el clarinete con su banda. Pero la faceta de director del judío también le atraía, era admirador, y allí en Nueva York tuvo ocasión de verle pasear , porque no vivía muy lejos del diplomático español, pero Antonio del Real nunca se atrevió a "entrarle" por considerar que su inglés no era digno, el sentido del rídiculo tan aguidizado que tenemos los españoles, porque como le dice Manolo Castro no sería peor que su español.
Del Real sigue visionando películas en la Academía porque se acercan los premio Goya y nos habla de la Cordillera; Toc, toc; y Oro de todas resalta los aspectos más positivos, pero no parece que le convenzan del todo. Deja para el próximo domingo El autor, veremos.
Dani Ampuero, Juan Antonio Orenga, Javier de Diego hacen los honores en la mesa deportiva. Un lujo de nuevo Orenga, pero no se engañen, regreso de Egipto y nos visitó el domingo pasado y lo exprimimos, este viene a despedirse se marcha a China y hacemos lo mismo, porque es un placer tenerle como tertuliano, colaborador o coach aunque nos falte altura para lo suyo. Bueno ya ha estudiado algunos aspectos del nuevo trabajo que le espera y nos lo cuenta, habladmos de fútbol, el derbi que enfrentó este sábado a rojiblancos y merengues y nuevamente, más con Orenga, de las dichosas ventanas de la FIBA que nos han hecho configurar nuestra tercera división de balancesto, por qué, tenemos muy buenos jugadore, más que otros equipos europeos y eso es una desventaje con ese problema, pues están repartido en NBA y Euroliga, otros equipos tienen muchos menos en esa situación y por tanto sus selecciones, a diferencia de la nuestra, estarán más reforzadas. Suerte para Orenga en su nuevo destino.
