Kilómetros de radio   Talentocracia 10/06/2018 54:09

El invitado que abre esta segunda hora de Kilómetros de radio está recién llegado de la Feria del Libro, que cierra este domingo sus puertas. Ha estado firmado ejemplares de "Talentocracia. El poder de la colaboración en la era digital". Es el presidente del Foro Ecofin y su nombre Salvador Molina. Nos metemos en un área que muchos creen aún que falta mucho y otros que siguen pensando en ciencia-ficción. Sus palabras son tan esclarecedoras y precisas, con ejemplos incluidos, que el que no quiera poner los pies en tierra, será porque no quiere.

En líneas generales en su obra Salvador Molina habla de que la estructura piramidal en las empresas es algo que queda desfasado y si se quiere ser competitivo el mayor factor con el que cuentan es con el de los talentos de sus empleados. Por tanto los departamentos de recursos humanos en esta era digital quedan fuera del tiempo, ya que un trabajador no es un recurso es una persona. Habla de la incorporación de las máquinas como factores productivos lo que, según estudios realizados en Estados Unidos, eso supondrá que en 2020 sustituirán la mano de obra no cualificada que ahora ejercen personas. Aunque esa realidad tarde más en imponerse en algunos países, será si o sí. Algunos países del norte de Europa ya están legislando sobre las obligaciones y los derechos de los trabajadores robóticos. El empresario que los adquiera ("contrate") debará pagar impuestos, como haría si fueran obreros humanos, pero también se están formando agrupaciones sindicales para los derechos de los robots, una demanda podría ser su mantenimiento... Corea del Sur se está maquinizando y pese a lo que muchos dicen que los robots nos dejarán sin empleo, el paro en ese país prácticamente no existe. Si las máquinas asumen esas funciones los humanos tendrán que con formación ocupar otros puestos que tendrán mayor valor añadido. Para conseguirlo los países tienen que invertir en educación, así que el valor diferencial de una sociedad en la incorporación a la era digital lo marcará su inversión educativa.

Se define el siglo XXI como el de la emotividad y el de la mujer. Ambas cosas están vinculadas. Las mujeres son la parte más emocional de la sociedad, a diferencia de los hombres que son la más racional. Incorporar a la mujer a la dirección es la pieza de transformación y cuando hay reticencias hay que buscar estímulos, como las cuotas. Lo ideal es que la incorporación se produzca por su preparación, cualificación y capacidad, no por cuotas o meritocracia, aunque aún esas fórmulas deben de convivir con el ideal para estimular cambios al más alto nivel en empresas y organizaciones, tanto públicas como privadas.

Lo bueno de la obra de Salvador Molina es que cuando acaban de leer sus páginas, es cuando empieza el verdadero libro, porque hay unas páginas en blanco para que el lector escriba su propio libro de liderazgo.

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