Bigott, teléfono fijo y el último día de Paola

Así es la vida, agridulce, bipolar, ambidiestra. Hoy nos hemos muerto de risa con Bigott que trae nuevo disco, Candy Valley, y nos hemos muerto de pena al decir adiós a Paola García. Se termina su contrato y se nos va, al menos por un tiempo. Hemos tratado de no llorar por fuera, de ser como lo mayores, implacablemente sonrientes. Una camisa y una bailarina hawaiana nos han salvado un poco de la llorera, aunque por dentro seguimos pataleando. Antes de irse ha reconstruido el recuerdo de los teléfonos de rueda con los que la comunicación estaba plagada de retos. Pere ha hecho su tesis sobre el desayuno, Anto sobre el despertar, los duelos y el tango. Bigott, como siempre, nos ha recordado una máxima incontestable: "the show must go on".