Hace un año Japón padecía un terremoto y posterior tsunami que costaba la vida a miles de personas, destrozaba sus estructuras costeras del Pacífico, convertía en pies de barro los pilares de un gigante económico, provocaba una crisis nuclear de enorme magnitud y hacía palidecer al resto del planeta. Hoy, doce meses después, queremos saber qué ha cambiado en Japón, en sus gentes, en sus pescadores, en su tradicional consumo de pescado, en las exportaciones españolas a ese mercado y en la herencia nuclear que aún pervive en Fukushima y que ha dejado contaminado un mar que era fuente de vida y riqueza económica para las víctimas.
Además, valoramos cómo se presenta la campaña de la anchoa del Golfo de Vizcaya. Y conocemos los balances presentados por la industria conservera sobre su actividad en 2011.
