Desde Serrano Súñer, dicho sea de una manea hiperbólica, en España nunca se había vivido mayor campaña de culpabilización de Rusia, a la que, el día que redactamos esta nota, 3 de diciembre, se la está acusando, de una manera confusa, ininteligible, de intoxicar para condicionar las próximas elecciones en Alemania.
Ángel Gutiérrez será extremadamente crítico con quienes, como Alejandro Alvargonzález en los últimos años descalifican a Rusia, desde, a su juicio, la ignorancia. Pero también irá relatando cómo su progresivo desencanto con el socialismo soviético a partir de Jruschov, le llevará a convertirse en disidente, tomando la decisión de regresar a España en 1974, justo un año antes de la muerte de Franco. Pero estos retornados no lo tenían fácil: para la policía de Franco podían ser agentes soviéticos y eran vigilados e interrogados. Para los comunistas, puesto que regresaban con Franco aún vivo, renegados que venían a renovar los argumentos del anticomunismo, buscando debilitar el partido que encabeza la lucha contra Franco.
