Andrés Díaz de Rábago reside en Taiwán desde 1969 y a sus 98 años sigue activo y recibiendo ahora además a menudo homenajes de instituciones oficiales y del propio gobierno de Taiwán. Taipéi, la capital, es una ciudad bella, apacible, que invita a vivir más de 100 años.
Recordemos que en Formosa llamada más tarde de Taiwán, será donde en 1949 se refugia Chian Kai-shek, el militar dirigente del partido nacionalista chino, Kuomintang, un caso singular de chino cristiano por influencia de su esposa, Soong May-ling.
Díaz de Rábago se detendrá en lo en su día se calificó como el error del siglo: la falta de sabiduría política de Occidente, que no quiso ayudar al padre de la China republicana, Sun Yat Sen, a construir una democracia de corte más o menos occidental, lo que llevó a Sun Yat Sen a poner el Kuomintang en manos de la Unión Soviética que enviará a China al legendario Mijaíl Borodin (aunque Chian Kai-shek sería después la cabeza del giro anticomunista de una fracción del Kuomintang, que comenzó con la matanza de comunistas de Shanghái de 1927).
