Nos vamos a un festival de cortos y cine muy especial para conocer realidades de personas con problemas de salud mental que han decidido no quedarse mudos y hablar alto y claro de lo que les pasa. La sala de proyección está a tope, incluso hay gente que se ha quedado en la puerta y no ha podido entrar. Eso demuestra las ganas y el interés que hay por este tipo de historias, sobre todo si se cuentan con cariño y sin caer en los tópicos y prejuicios que se escuchan en la calle.
Por eso el lema del festival que disfruta ya de su tercera edición de la mano de la asociación Asaenes (Asociación de Familiares, Allegados y Personas con Trastorno Mental Grave) que promueve desde sus inicios la sensibilización de la sociedad sobre la realidad de estas personas.
Entre el público hay personas con problemas de salud mental que han venido expresamente desde el Centro Penitenciario Psiquiátrico de Sevilla, familiares , jóvenes con algún problema también y otras muchas personas que quieren saber más sobre estas personas. Porque hablar de salud mental abiertamente y sin caer en los tópicos todavía cuesta. Es necesario que los propios enfermos o diagnosticados hablen y cuenten qué les pasa en primera persona para que la población desmitifique estas realidades. Porque la mayoría de estas personas pueden llevar una vida apacible si se toman la medicación. Pero necesitan del apoyo y la complicidad de vecinos, amigos, familiares y compañeros de trabajo. Un día una afectada me dijo y con razón: "no soy un diagnóstico,soy una persona". Son personas con sentimientos.
