Terminamos esta décima temporada de En primera persona conociendo cómo muchos niños y niñas con familias que tienen pocos recursos pueden disfrutar también del verano gracias a los centros de tiempo libre o esplais, como se los conoce en Catalunya, que culminan en unas colonias que ofrece la Fundación Pere Tarrés. Porque los niños no tienen la culpa de la situación económica o social que puedan vivir sus familias. Ellos también tienen derecho a jugar y a salir de la ciudad durante unos días para recargar pilas.
En el barrio del Poble Sec de Barcelona, como en otros muchos, se dan situaciones muy complicadas, familias que están en punto de mira de un desahucio, en paro o subsistiendo como pueden. Y los niños necesitan espacios donde recibir un apoyo académico, pero también donde jugar y aprender a solucionar sus conflictos de forma autónoma, a ser responsables pero sin dejar de divertirse. En definitiva, a ser niños más allá de las problemáticas que se puedan vivir en casa. Y gracias a la complicidad de los educadores y el trabajo que realizan con los chavales y sus familias, los problemas se afrontan de otra manera.
