Esta semana nos acercamos a un barrio conflictivo en el que conviven familias humildes y honradas con una minoría delincuente que contamina la fama de sus vecinos. Personas trabajadoras, víctimas de un entorno que no quieren para sus hijos y víctimas también de la discriminación de una sociedad que confunde a unos y a otros.
Porque es este barrio sevillano conocido como las 3.000 Viviendas, como ocurre en otros barrios españoles conflictivos, también viven padres que luchan a diario por el futuro de sus hijos e hijas, que se esfuerzan para que al salir a la plazoleta o a la puerta de sus casas no se encuentren con jeringuillas o se junten con jóvenes delincuentes. Y que ocupen su tiempo libre en actividades de ocio, lúdicas, sanas y apropiadas para los chicos y chicas. Algo que no es fácil cuando escasea la oferta cultural o deportiva en el barrio. Nosotros acudimos a las actividades que la Fundación Don Bosco realiza con las mujeres y los jóvenes de la zona, fomentando los valores que les ayudarán a tener un futuro. Gracias a esta Fundación, que lleva años trabajando en el barrio, son muchas las familias que logran salir adelante.
La marginación que sufren estas familias trabajadoras es doble porque fuera del barrio, se tacha a todos por igual, incluso los medios de comunicación nos equivocamos cuando metemos a todos en el mismo saco al informar negativamente de lo que ocurre en ciertas zonas de ese barrio. No especificamos dónde ha ocurrido, cuando en el Polígono Sur o (también se conoce por ese nombre el barrio) también hay zonas dónde no se trafica con drogas y se puede caminar tranquilamente por la calle. Y ello repercute en que la sociedad se quede con esta mala fama y , luego , se niegue a hacer repartos en el barrio o los taxis no quieran entrar a recoger o dejar a ningún vecino en sus casas.
Por eso, en este programa vamos a darles la palabra a esas madres y a esos jóvenes que sufren esa doble marginación, su esfuerzo diario merece ser reconocido.
