Agradecemos el eterno femenino del bosque. La Naturaleza Mujer, la Mujer Naturaleza. Una generosidad femenina, incluso cuando el dador es de género masculino. Descubrimos que tan importante es dar como recibir, nos lo enseñan los árboles, las plantas, las semillas, los manantiales, el subsuelo, los animales todos y el cielo. Y que lo que no se da, se pierde. Pero si se da, fructificará en algún lugar, en algún momento, aunque no veamos el fruto de esa entrega.
Así agradecemos al eterno femenino plural la vida. Hoy materializado en Mujeres en las Veredas, una Asociación de Mujeres de Marbella. Dolores Navarro quiso volver después de unos años sin poder acudir, a su Sierra Blanca. Encontró que la maleza había invadido los caminos. Así que, junto a otras mujeres, se armaron de voluntad, decisión y unas tijeras de podar. Abrieron todas las veredas de su paraíso. Ahora se las conoce como Mujeres en las Veredas. Y nos demuestran que pasión y hermanamiento están unidos, no son incompatibles, es más se completan.
Muere un árbol y surgen mil organismos. En el claustro maternal del bosque habitan mil formas de vida. No hay muerte. Sólo nacimiento. Renacimiento. La madre, la hija, la amante, la hermana, la amiga... Todo existe bajo fisicidades distintas en la Naturaleza. Y en El bosque habitado, bajo la apariencia de mujeres como la propia Dolores Navarro, Vanda Shiva, Anamaría Mayor, la Tía Miseria y de hombres, como Ignacio Abella yMario Satz. Y el peral, habitado por la voz de José Manuel Sebastián.
Agradecemos y oramos a la Madre Naturaleza con la música y la voz de Lisa Thiel.
