El bosque habitado   Con las manos en el barro. Con Chema Santamaría 24/01/2016 58:54

Habita este bosque un hombre que un día eligió un camino de salida, en los límites de la ciudad. Un sendero que le llevo a viajar hasta encontrar su lugar en el mundo. Esta es la historia deChema Santamaría, que descubrió en un bello pueblo donde crecen los alisos, los robles y los frutales, llamado San Martín del Castañar, en Salamanca. Allí declaró su lugar en el mundo para convertirse a tiempo completo en alfarero…

Un artesano ceramista que disfruta de la naturaleza, de las relaciones cortas con l@s vecin@s, que pasea y corre con su perro siempre hacia arriba, que mete sus manos en el barro y, a golpe de torno y horno, saca de la tierra belleza en forma de cacharros hermosos, como sus velones…

A la luz de sus quemadores y celosías, por donde se expande la luminosidad de las velas, nos sentamos en el taller de alfarero de Chema y escuchamos y aprendimos… Allí, en la plaza del pueblo, encontramos que hay tantas opciones y filosofías como decisiones…

Y, entre constipado y vueltas y vueltas de torno y fogonazos para secar las piezas de arcilla, confirmamos varias sospechas… Las mismas que tú, seguramente, tenías también. Te invitamos a sumergirte en la vida tranquila, de tiempos que huyen de las prisas, de momentos adecuados, conforme al sol y los cielos, para hacer las cosas… ¡las cosas báiscas de la vida!

Y lo hacemos con la Comunidad del Bosque. Con Raúl de Tapia Manuela que nos recuperaron a Chema Santamaría del recuerdo y del corazón. Con Ignacio Abella, que nos sumerge en la savia de los alisos. Con Fernando Fueyo, que nos hace viajar hasta Faro (Asturias) para rescatar bellas artes alfareras del pasado en forma de pez-pájaro (paxara). Con Óscar Praday sus Ecos del bosque. Con Rosa Villalba, con Mar Verdejo, con José Plumed, con Bernabé y José Moya… Y con José Saramago, con Gustavo Duch, con Benjamín Prado, con Kim Bel Bel Kim… Y con la música de Andrea Motis que suena el taller de Chema cuando amasa y da forma a sus creaciones.

Hoy te sugerimos que te vistas con un viejo delantal, que te sientes en una banqueta bajita, que te recojas el pelo para que no te moleste en la cara y que hundas tus manos en esa arcilla de colores naturales, húmeda y esperando convertirse en las emociones que llevas dentro… Territorio conmovido… ¡Arriba los cacharros y las ramas!

El bosque habitado
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