Bienvenid@s a un bosque habitado por el arte de contemplar.
Como el título de uno de nuestros libros preferidos de Joaquín Araújo, donde dice que "contemplar es siempre derramarse, con lo que consigues que te palpen infinitud de vivacidades. Que los sentidos saben confluir entre sí. Porque contemplamos con la piel mientras los ojos palpan, escuchamos olores, mientras los oídos huelen. Que saboreamos caricias, mientras las manos degustan el manjar que es todo paisaje no roído. Te invitamos a palpar horizontes como el aire palpa tu piel".
Sí, hoy nos confesamos extasiad@s ante la Naturaleza.
Para Jorge Riechmann una mirada enamorada es una mirada panorámica y disolver es una de las destrezas de la contemplación.
Te proponemos disolver egos, distancias, ruidos, las insignificancias todas… para que nuestra vida tenga sentido.
Confesamos. Tenemos una adicción: el vicio de mirar la Naturaleza, de sentir otra dimensión del tiempo, de gozar del espacio desde fuera para dentro, de sentirnos extasiad@s como San Virila por el canto de un ruiseñor y dejar que pasen así 300 años, de fundirnos con lo que brilla aquí ahora, con lo que se mueve aquí ahora, con lo que nos colorea aquí y ahora, con lo que fuiste, eres y serás, ahora y siempre. Y lo haremos de la mano de Raúl de Tapia, que es Raúl Alcanduerca. Científico y poeta siempre enamorado de la Naturaleza.
Como enamorad@s están los miembros de la Comunidad del Bosque que hoy escriben para esta vivencia del paisaje, Raúl de Tapia, Ignacio Abella y Fernando Fueyo. Con los Ecos del Bosque de Óscar Prada Campaña. Y la mágica compañía sonora de The Chieftains. Y te lo contamos gracias a las voces del Club de la Hojarasca: Santi Bustamante, Pilar Socorro, Jorge Barrisuo y la Voz del Bosque, Juan Carlos Ruíz.
Te animamos a que durante la próxima hora penetres en el bosque, en un tiempo de sosiego y paz y de relación saludable con el entorno que te contiene. Abre toda tu pentasensibilidad y entra en un territorio donde todo lo que te rodea puede conducirte al éxtasis ¡Arribas las ramas, esas ramas casi extasiadas!
