Hubo un tiempo en el que la ancianidad era un valor en sí misma y los viejos tótem como el tejo, el árbol más longevo del continente, eran emblema de la discreción y la sabiduría, de la tradición. Hasta no hace mucho, “el viejo” ha sido en el mundo rural una verdadera institución. Encarnaba ese conocimiento acumulado durante generaciones que se tardaba toda una vida en transmitir y resultaba crucial para vivir en sintonía con la naturaleza y sus ritmos, con el territorio y la comunidad.
Hace cuenta de ello Ignacio Abella, descubridor para la Comunidad del Bosque de uno de los últimos indígenas: Amable, de Melendreros, en Bimenes. Así que nos propusimos registrar su testimonio y su sabiduría por los tiempos de los tiempos y, gracias a un alcalde peculiar, sabedor del tesoro que supone Amable para el resto del mundo, nos recibió y nos llevó en su coche hasta la casa de nuestro druida, plantador de tejos.
El alcalde se llama Aitor y se hace llamar en las redes sociales Aitor Bimenes y además es gaitero y custodio de la sabiduría y cultura asturianas. Por eso mima a Amable.
Y el protagonista del programa de hoy es Amable, a quien llaman y disfruta oyéndolo, "El Señor de los Texos".
Amable, con casi cien años, habla en primera persona… "¡Mira, este texu, plantólo Amable, y ese otro y el otro!". Y, aunque a veces no entendemos bien su acento, sus emociones dan en el blanco de nuestra sensibilidad de conmovid@s. Amable es yerbatu, gentilicio de los habitantes de Bimenes y, mientras nos guía hasta el Texu Paraguas, el lugar que ha elegido para enterrar sus cenizas, caminamos y hablamos al ritmo de su báculo de druida. Dice que eligió al Texu Paraguas porque este árbol ha sobrevivido a todos los vientos, porque ha crecido en la piedra mirando a todos los horizontes.
Amable nos dará lecciones de cómo plantar árboles: que no vayan a estorbar nunca para no tener que talarlos nunca… Y, sobre todo, cómo planta él después de esperar a qué los pájaros hagan su trabajo.
Y para llegar a integrar todos estos conocimientos nos ayuda a transmitirlos la Comunidad del Bosque que ha dejado testimonio del saber de Amable, con textos que firman Ignacio Abella, Mar Verdejo Coto, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, Jean Giono y Begoña Quintanilla… Bajo la inspiración musical de una asturiana moderna y verdadera, que respira en todo momento un halo rural que te robará el corazón y te hará cantar y bailar. Es Lorena Alvárez y las canciones de su álbum “Anónimo”.
Así que hoy vístete de campo, como hacían los de antes, coge tu báculo o bastón, una bota de vino y unas viandas de las que resucitan cuando uno sube muy alto con la respiración entrecortada pero feliz, y déjate seducir por la pasión centenaria de Amable, el Señor de los Texos, el druida de un bosque que es sin duda territorio conmovido… ¡Arriba las ramas!
