Documentos RNE   Operación Dulcinea 08/04/2017 54:37

En enero de 1961 el panorama internacional se vio alterado por el secuestro, en aguas del Mar Caribe, del buque insignia de la marina comercial portuguesa, el trasatlántico Santa María, perteneciente a la Compañía Colonial de Navegación, que unía la península Ibérica con Centroamérica y Venezuela. Era la primera vez en la historia que se producía un secuestro político de un navío de este tamaño, con unas mil personas a bordo, y terminó implicando a varios gobiernos incluido el de los Estados Unidos.

El comando que protagonizó la llamada Operación Dulcinea, formado por 24 miembros del grupo armado iberista DRIL, 12 portugueses y 12 españoles, pretendía hacer una acción de denuncia de las dictaduras imperantes en Portugal y España. También buscaban provocar una insurrección de las colonias que motivara su liberación dirigiendo el barco a Angola y Guinea Ecuatorial. La acción fue liderada por el ideólogo galleguista, Xoxé Velo, el también gallego y excomunista, Comandante Sotomayor, y el militar antisalazarista, Henrique Galvâo. Los tres acumulaban un largo historial de lucha y exilio antifascista.

El grupo, tras introducirse en el Santa María clandestinamente, toma el puente de mando y los principales puntos de control del buque. A pesar de que no tenían intención de provocar daños personales, se produce un tiroteo en el que resulta muerto un oficial y heridos varios marineros. Por ello, surgen las primeras discrepancias sobre cómo actuar, qué hacer con los heridos y con el pasaje, y qué rumbo tomar. Finalmente deciden dirigirse a la isla caribeña de Santa Lucía donde desembarcan a los heridos y aprovechan para reivindicar, en conferencia de prensa, el carácter político del secuestro. Por su parte, los medios afines a las dictaduras califican el acto de terrorismo contrario al derecho de gentes y a las libertades individuales. Desde ese momento se establece un seguimiento del Santa María, rebautizado por los secuestradores como Santa Liberdade, por parte de una flota internacional. España, que participó de manera discreta, envió a la fragata Canarias por detrás de los barcos portugueses.

El suceso, a estas alturas, había obtenido una gran repercusión internacional. Los secuestradores van ganando la batalla de la opinión pública en su reivindicación política frente a las dictaduras, sin embargo, se encuentran ante un bloqueo al haber desistido de su intención de poner rumbo a África y no saber cómo dar una salida airosa al secuestro. La diplomacia empieza a actuar para liberar al pasaje. Todos los países miran a Estados Unidos en espera de ver cómo va a actuar la administración de Kennedy, recién elegido presidente. Éste, tras recibir un informe jurídico que determina que el secuestro es una acción política legítima contra unas dictaduras que no respetan los derechos humanos, decide enviar a la VI flota para salvaguardar la vida de los secuestrados pero sin utilizar la fuerza como demandaban Salazar y Franco. Tras diversas negociaciones, se toma la decisión de desembarcar el pasaje en el puerto brasileño de Recife, aprovechando la llegada a la presidencia del país de Janio Quadros, quien había manifestado su intención de dar asilo político a los miembros del comando para dar salida al conflicto.

Documentos RNE, de la mano de Julia Murga, reconstruye este suceso que acaparó el interés de la prensa internacional a comienzos de 1961. Lo hace con los periodistas y escritores, Xavier Montayá, autor de ‘Piratas de la libertad’, y Margarita Ledo, autora del documental ‘Santa Liberdade’, junto al investigador y autor de ‘24 hombres y nada más’Xurxo Martiz. Además, el espacio se ilustra con testimonios de los protagonistas y los sonidos de la prensa del momento.

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