Rusia es un país muy grande donde existe mucha música folk. No en las grandes ciudades sino en el campo. Nerekhta es una de esas zonas donde se conserva la tradición. Está a seis horas en tren (Transiberiano) desde Moscú, al noroeste. Es una ciudad de unos veinte mil habitantes con dos estupendos teatros y gran riqueza folclórica de todo tipo, baile, música, artesanía, gastronomía... Mi colega Ludmila Osipova de Radio Rusia organizó un festival para dar a conocer al mundo como preservan estas tradiciones. Se celebró los días 30 y 31 de mayo. Nos enseñó cómo despierta el día en el campo con los sonidos de los pastores llamando al ganado o cómo se comunican los labradores. Lo hacen con unos instrumentos que podíamos llamar "cuernos", parecidos a la alboka, o a dulzainas rudimentarias. Por eso se llama, en inglés, Horn Festival. Después de ver a pastores y labradores tocar a las seis de la mañana, por la tarde, esos mismos músicos, actúan en un recinto cerrado. Allí les grabamos y esa es la actuación que os ponemos. Puro folk etnográfico vivo, con excelente sonido.
Por otro lado ayer empezó en Pampaneira el festival Sulayr, que salvando las distancias tiene algo que ver con aquello: el ambiente rural, las músicas tradicionales... Por ello empezamos también hoy con una pieza de La Banda Morisca que tocarán mañana sábado. Mi homenaje será está tarde: a las ganaremos un Discópolis especial y a las ocho y media será el acto homenaje. Veniros a Pampaneira.
