A lo largo del siglo XX y aún hoy se ha emprendido una lucha internacional para combatir las distintas manifestaciones de la desigualdad entre hombres y mujeres. La creación de un organismo de Naciones Unidas dedicado con exclusividad a este objetivo (ONU mujeres) muestra el interés de los estados por lograrlo. Sin embargo, tanto en los países más desarrollados, como en los menos avanzados persisten las diferencias, en forma de marginación, peores condiciones laborales, vulnerabilidad o pobreza.
América Latina se encuentra en un momento clave para consolidar su desarrollo de forma definitiva. Así lo indica un estudio elaborado por más de cien instituciones, donde se expone que la normalización de la democracia y la alternancia favorece este crecimiento.
