El ultrajazz personalísimo de Basilio Martí con una pieza que cuenta con la Guitarra de Antonio Vega abre este repertorio de músicas negras varias hechas por músicos cuya piel es blanca pero sus poros exudan notas y acordes de influjo africano, blues, jazz, soul o funk. Puro rhythm and blues o también reggae o afro beat, según el caso. Escuchamos la cada vez más asombrosa Madeleine Peyroux y a Kenny Loggins interpretar canciones de un mismo álbum de Ray Charles que avino country y soul al conocimiento moderno de sus congéneres. Y a Eric Clapton y Steve Winwood con su órgano Hammond acercarse al espíritu blusero del irlandés Gary Moore. A la blanquecina y pelorroja Sarah Jane Morris desabrochar su alma negra con la melodía de Barry White. Y a los toledanos NiteFlite - se pronuncia como se escribe - emular a Booker T. Jones o a Jimmy Smith. Lo de los madrileños Ginferno se aproxima más a ritmos etíopes, al fantasma de Mulatu Astatke.
