"En julio profundo, contando nubes que flotan a su paso/ El canto del ruiseñor/ nos mantiene ocupados/... Cómo nos conmueve el verano de la libélula...", canta Michael Franks en la canción que tituló su álbum "Dragonfly Summer" de 1993. Vonda Shepard, de viaje, de país, en país, espera con anhelo que llegue julio para reencontrarse con su amado y admira la luna alzarse sobre Barcelona...
Cuatro de julio y, fieles a la tradición, los estadounidenses celebran el día de la Independencia con barbacoas y picnics, asisten a los desfiles de cada ciudad y admiran, a última hora de la tarde, los fuegos artificiales. Aimee Mann, U2, James Taylor, Lori Carson, incluso Mariah Carey cantan alguna vivencia distinta, otra versión de los hechos en fecha tan señalada. Tras los fuegos y tracas, el cinco de julio llega con la resaca de una esperanza dormida o sencillamente traicionada. Louise Goffin, hija de Carole King, canta que sigue colgado con aquel momento en que juntos cantaron todos los himnos posibles a la luz de las antorchas. A Terry Reid, el tipo que rechazó la oferta de Jimmy Page y de Ritchie Blackmore para ser la voz fundadora de Led Zeppelin y Deep Purple, respectívamente, le encantó el tema.
