Se mantiene la imputación de la infanta Cristina por presunto blanqueo de capitales y como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales. El juez José Castro pone fin así a la instrucción del caso Nóos tras cuatro años de investigaciones, y abre así la vía para que la duquesa de Palma pueda sentarse en el banquillo de los acusados. En este auto también se da el primer paso para que Iñaki Urdangarín sea juzgado. Castro sostiene en el auto que el papel de la infanta fue imprescindible para que su marido pudiera defraudar hasta un total de 337.138 en las cuotas del IRPF correspondientes a los años 2007 y 2008. Un fraude cometido a través de la sociedad de la que ambos son propietarios, Aizoon. La decisión del juez Castro será recurrida, tal y como se esperaba.
