Los aliados bávaros de la canciller alemana Angela Merkel han sufrido el peor de los resultados electorales desde 1950, perdiendo votos ante la extrema derecha en un revés que genera riesgos de ampliar las divisiones dentro del gobierno nacional alemán. La Unión Social Cristiana (CSU) obtuvo, según un sondeo a pie de urna, el 35,5 % de los votos, perdiendo la mayoría absoluta por segunda vez desde 1962.
El resultado, en que los Verdes a favor de la inmigración se quedaron segundos y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) entra en la asamblea estatal por primera vez, así que la CSU esta obligada a gobernar en coalición, algo a lo que no está acostumbrado. El líder Horst Seehofer, ha sido una molestia para Merkel desde que en 2015 la canciller deciió abrir las fronteras alemanas a más de un millón de migrantes, volcando gradualmente al partido de Seehofer a la derecha en un esfuerzo para contrarrestar el ascenso de AfD, que ha sido inútil y por ello el líder bávaro culpa a Berlín de la pérdida de votos. 14/10/18
