Biblioteca Pública - Domingo Villar regresa, diez años después, con el inspector Caldas en "El último barco", una trama negra sobre la tragedia que esconde la normalidad
(Entrevista de Manuel Sollo). Ha regresado el inspector Leo Caldas. Habrá de investigar la desaparición de Mónica Andrade, hija de un eminente cirujano, profesora de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios. Policías, víctimas y sospechosos comparten escenario en la ría de Vigo. A su tierra gallega, con su protagonista fetiche, vuelve Domingo Villar con "El último barco". Han pasado diez años de su anterior novela, la elogiada "La playa de los ahogados", que fue llevada al cine, y trece de "Ojos de agua", que inició la saga. Todas, publicadas por Siruela. Ahora, pone a prueba el carácter reflexivo de Caldas, más atento a las pistas, los testigos y las hipótesis, que a la acción policial. Tanto es así que uno de los ejes de la trama radica en las aulas de ceramistas y luthiers, a quienes el autor rinde homenaje. Humor, ironía, personajes enigmáticos y diálogos ágiles y reveladores salpican una trama negra que va desvelando el trágico trasfondo de la aparente normalidad. Vigués de 1971, afincado en Madrid, Villar ha vendido miles de ejemplares de sus dos primeras obras, que han sido traducidas a una quincena de idiomas.
