Valentín Roma, "El enfermero de Lenin"

(Entrevista de Manuel Sollo). "No podemos decretar la revolución, pero sí podemos favorecerla, sí debemos alzarnos contra nuestras resignaciones". Lo dice el coprotagonista de "El enfermero de Lenin" (Periférica), primera novela de Valentín Roma (Ripollet, 1970). Durante veintiún días de agosto de 2011, un joven profesor universitario cuida a su padre en el hospital. En un extraño desvarío, el progenitor dice ser el revolucionario ruso y así afronta la realidad, entre el desvarío y la razón, a modo de un nuevo Quijote. En su rol leninista, reivindica la vigencia de la lucha de clases, la práctica de la disidencia y el poder de cambio de la ideología ante un hijo desclasado que debe afrontar sus raíces y sus pérdidas. Narrado a modo de diario, es un relato anclado en el humor y la literatura, de fuertes vínculos autobiográficos, que posa también una lúcida mirada sobre la inmigración en Cataluña. De todo ello dialogamos con Roma, actual director del Centro de la Imagen La Virreina, de Barcelona, entre una versión heavy metal de La Internacional y una balada de Charly García.