Biblioteca Pública - Jorge Fernández Díaz desvela en "La herida", a través de su espía Remil, el entramado de la corrupción, la manipulación y la hegemonía políticas
(Entrevista de Manuel Sollo). "Lo que me fascina es la teatralidad de la política y la construcción de las hegemonías", dice la asesora contratada por un gobernante corrupto de la Patagonia argentina que organiza un siniestro entramado mafioso para conservar el poder. Muy lejos de allí, en Italia, un alto cargo del Vaticano se interesa por la desaparición en un suburbio de Buenos Aires de una monja amiga del papa Francisco. Entre ambos marcos sitúa Jorge Fernández Díaz "La herida" (Destino), una novela policiaca que sustenta un thriller político. Su protagonista y narrador es el agente Remil, veterano sabueso de los servicios secretos a las órdenes del coronel Cálgaris, que ya aparecía en una obra anterior del autor bonaerense, "El puñal". Ambos participan en una trama que desvela la utilización de las ideologías y la cultura, la manipulación y la coacción a través del espionaje y la extorsión de la sociedad y sus instituciones. Con ellos, varias mujeres de poderosa personalidad dan cuerpo a un relato que es también un homenaje a la integridad del periodismo frente a los poderosos. De todo ello dialogamos con Díaz Fernández, escritor de ascendencia asturiana que ha recibido la Medalla de la Hispanidad y dos premios Konex como mejor redactor de periódicos de Argentina.
