El profesor Felipe Nieto acaba de publicar un estudio biográfico sobre el intelectual, escritor, guionista de cine, en su faceta de antiguo dirigente clandestino del Partido Comunista de España, Jorge Semprún.
La censura franquista anterior a 1977 propició que los españoles no tuvieran acceso al Semprún escritor, cuyas narraciones casi siempre memorialísticas, hacían continua referencia a la resistencia al franquismo. Llegó antes el Semprún guionista de cine de filmes con escenarios espacio-temporales no españoles como La confesión de Costa Gravas, El Atentado de Yves Boisset, Stavisky de Alain Resnais, o Z, de nuevo de Costa Gavras. Como escritor permanecerá prácticamente inédito en España hasta 1977. Es entonces, en 1977, cuando el profeta desarmado de 1964, el Semprún expulsado del PCE y despojado del arma de su elocuencia verbal y del filo de su pluma al ser vetado en las publicaciones del Partido, pasa a ser, a partir de 1977, desde su hostigamiento permanente a Santiago Carrillo y a la dirección histórica del PCE, y a los partidos comunistas, el profeta armado por el grupo Planeta que le otorga en 1977 en medio de cierto escándalo el Premio Planeta por su panfleto Autobiografía de Federico Sanchez, y profeta armado sobre gracias al diario El País, cuyo ideólogo como editorialista y jefe de Opinión, es un excomunista, su discípulo con fama de polemista excepcionalmente inteligente desde los tiempos de la clandestinidad (volvemos a citar La gallina ciega) y que había abandonado el PCE poco después que el propio Semprún, Javier Pradera.
En su libro La aventura comunista de Jorge Semprún, Nieto se sitúa en el marco interpretativo del papel del comunismo en el siglo XX de un Fracoise Furet y no de un Eric Hobswahm. Aunque lo que el propio Semprún afirmará en el fragmento de su voz que se reproduce en el programa, lo acercaría más a él mismo a la hora de señalar el papel del comunismo en el siglo XX, paradójicamente, a Hobswahm, que a Furet.
Felipe Nieto construye un relato sólido desde sus cimientos académicos, pero fluido y siempre interesante, y no solo para antiguos comunistas, porque por él transitan personajes ya están en la historia de la literatura, el teatro o la edición en España pero que dirigían las actividades clandestinas del PCE en el frente cultural, como el recién fallecido Armando López Salinas, Javier Pradera, Alfonso Sastre, Juan García Hortelano, Gabriel Celaya, un tiempo en que el PCE generó un amplio sistema de apoyos a su alrededor, los famosos compañeros de viaje, título de un poema firmado por uno de ellos, el poeta Jaime Gil de Biedma.
