Continuamos nuestro doble monográfico de Ars Sonora dedicado a una figura pionera en el ámbito de la música electrónica, el compositor belga Henri Pousseur (1929-2009), cuyas obras revelan una comprensión profunda, y muy personal, de las técnicas seriales, así como de las formas móviles y aleatorias. Nosotros seguimos recorriendo una parte de su amplia producción electroacústica, que convivió con composiciones para orquesta, grupos de cámara, instrumentos solistas, etc.
Henri Pousseur estudió música en los conservatorios de Lieja y de Bruselas entre 1947 y 1953. En el contexto de los Cursos de Verano de Darmstadt conoció a colegas como Pierre Boulez, Karlheinz Stockhausen, Bruno Maderna y Luciano Berio, con quienes rápidamente entabló una sólida y cómplice amistad, adentrándose así en la escena musical internacional vanguardista, participando en festivales como el de Donaueschingen, y trabajando en los estudios de música electrónica de la Westdeutscher Rundfunk -WDR- de Colonia (1954) y en el Studio di Fonologia de la RAI en Milán (1957). En 1958 fundó el Estudio de música electrónica de Bruselas. En esos centros se llevaron a cabo las obras presentadas en este doble monográfico.
En 1957 fue invitado como profesor en los Cursos de Verano de Darmstadt. Su prolongada carrera docente le condujo a impartir clases de composición en Colonia, en Basilea, en la Universidad de Buffalo (Nueva York), y en su propio país a partir de 1970. Hasta su jubilación en 1988, no dejó de enseñar en el Conservatorio Real de Lieja, donde fundó, con Pierre Bartholomée, el "Centre de recherches et de formation musicales de Wallonie" ("Centro de investigaciones y enseñanzas musicales de Valonia"). En los años ochenta del siglo pasado, Maurice Fleuret le pidió que estableciese y fuera el director del "Institut de pédagogie músicale" de París, estrechamente vinculado con el IRCAM ("Institut de Recherche et Coordination Acoustique/Musique", centro fundado y dirigido en la capital francesa por Pierre Boulez).
Toda esta experiencia docente le sirvió a Pousseur para desarrollar, también en su actividad como compositor, un prodigioso equilibrio entre la fundamental dimensión teórica de su obra y los aspectos más prácticos de la misma, así como entre la evolución de la sintaxis interna de su gramática compositiva y la apertura de su lenguaje musical hacia la crítica de la realidad social y política de su tiempo. Estas tensiones se manifiestan en las obras electroacústicas que presentamos en nuestro monográfico, en las cuales se alternan los procedimientos estrictamente seriales con formas abiertas, y también con tempranas grabaciones de campo -que inauguran ámbitos estéticos a priori insólitos para un compositor procedente del contexto propio de la llamada "Escuela de Darmstadt"-.
