Ars sonora   Alvin Lucier (II) 11/06/2016 01:03:06

Concluimos un doble monográfico de Ars Sonora dedicado a una figura fundamental tanto en el ámbito de la música experimental como en la historia del arte sonoro. Alvin Lucier, nacido en 1931 en Nashua (New Hampshire, Estados Unidos), se formó musicalmente en escuelas públicas y parroquiales de su ciudad natal, así como en la Porstmouth Abbey School, en las universidades de Yale y de Brandeis, para luego viajar a Roma gracias a una beca Fulbright. Entre 1962 y 1970 enseñó en Brandeis, donde también dirigió el coro de cámara universitario, principalmente dedicado a la interpretación de música contemporánea. Desde 1970 enseñó en la Wesleyan University, donde fue "John Spencer Camp Professor of Music" hasta su jubilación como docente -que le ha permitido, hasta nuestros días, dedicarse íntegramente a la composición-.

En esta serie de dos programas exploramos, junto con la música de Alvin Lucier, la dimensión física del sonido, y en particular su relación con el espacio. La idea de reverberación, entendida aquí como forma de articulación entre la temporalidad del material acústico -faceta que ha gozado, en la tradición occidental, de casi todo el protagonismo en el pensamiento musical- y su proyección espacial -que nos remite, por su parte, y con carácter pionero en la obra de Lucier, a campos como el de la escultura o la arquitectura- deviene protagonista en la escucha de algunas composiciones ya clásicas de este compositor y artista sonoro.

Los procesos sonoros articulados por el autor estadounidense -muy representativos de una actitud experimental heredada de su amigo John Cage- ejemplifican también un talante minimalista que, en la particular poética de Lucier, fusiona una inapelable y siempre provocadora faceta conceptual con la sugerente sensualidad propia de los fenómenos físicos que se articulan de manera directa y muy desnuda en su obra. Esta aparente simplicidad de los trabajos de Lucier -cargados, en realidad, de una profundidad estética pocas veces igualada en la música del último medio siglo (y, al mismo tiempo, desprendidos de cualquier narratividad dramática de corte romántico)- le ha permitido, como se puede comprobar en las audiciones presentadas en este doble monográfico, utilizar elementos cotidianos (o aparatos científicos) como fuentes de sonidos musicales, transformar un texto (articulado a través de la palabra del propio autor) en pura música, dialogar con propuestas procedentes del ámbito de la música popular, combinar de maneras insólitas instrumentos acústicos tradicionales (procedentes de la tradición occidental, o de otras culturas) con sonidos generados electrónicamente...

Todo ello, desarrollando un camino altamente singular y característico, que sigue provocando la sorpresa y la reflexión a partes iguales, y que nos ayuda -también hoy, a través de la radio- a repensar y a redefinir algunas de las categorías más básicas -cuyos fundamentos quizá hayamos dado excesivamente por sentados o por aprendidos- de lo musical, al tiempo que nos ejercitan, vertiginosamente, en el arte de la escucha.

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