18 horas después del terremoto de Ecuador, donde ya es de día, la cifra oficial de fallecidos ha experimentado un importante incremento.
El presidente Rafael Correa que vuelve en estos momento hacia su país procedente del Vaticano ha confirmado esta tarde en Twitter que el temblor - uno de los más intensos de los últimos años, con 7,8 grados en la escala de Tichter - ha provocado 235 fallecidos y más de 1.500 heridos.
Una cifra provisional ya que sobre el amplio territorio afectado - gran parte de la costa del país - aún trabajan los equipos de rescate que se afanan en la búsqueda de supervivientes.
El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, que recorre a esta hora las zonas afectadas por el seísmo habla de catástrofe, de tragedia. También agradece los ofrecimientos de ayuda que ya han cursado varios países.
La ayuda española - la más urgente - partirá en dos aviones fletados en Panamá y Madrid, lo avanza el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo quien también confirma que - de momento - no hay constancia de víctimas españolas, aunque se muestra prudente.
En Brasil ha comenzado el pleno en la Cámara Baja para votar el proceso de destitución de dilma Rousseff en horas bajas, por el escándalo de Petrobrás, la pérdida de fuelle de la económía. Pero este juicio político - el segundo que se pone en marcha en el Brasil democrático -no tiene nada que ver con esto. Detrás: una denuncia que acusa a la mandataria de maquillar las cuentas del Estado tirando de créditos públicos.
La clave hoy, podría estar en los diputados que se abstengan o los que directamente se ausenten. La votación no se espera que concluya antes de las dos de la mañana hora española.
